Los animales siempre han formado parte de nuestros ecosistemas, tanto los salvajes como los domesticados, los que están dentro de nuestros hogares o en las granjas, cada uno de ellos representa parte de los recuerdos de muchas personas.
Disfruta de una vida más larga gracias a convivir con animales
Sin embargo, recientes estudios han determinado que convivir con ellos ayuda a que el sistema inmunológico de las personas pueda reforzarse, lo cual ayuda a sobreponerse ante enfermedades.
Convivir con animales alrededor, por ejemplo, los de granja, ayudará a que las personas eviten las enfermedades, de acuerdo con lo indicado por los investigadores que, actualmente, lograron demostrar los distintos beneficios que tiene exponerse, desde temprana edad, a una gran cantidad de variadas bacterias que están en el ambiente.
Científicos de Estados Unidos, de la Universidad Estatal de Ohio, han conseguido en bebés que viven en entornos rurales una mayor presencia de bacterias fecales, sin embargo, desde un punto beneficioso para la salud de estos, que las que se consiguieron en los bebés de entornos urbanos.
Y una microbiota más saludable puede provocar que el sistema inmune respiratorio se pueda desarrollar de una mejor manera.
La higiene es de suma importancia, sin embargo, desde el punto de vista del sistema inmunológico, un entorno muy limpio puede quitarle al sistema la posibilidad para ser «educado por los microbios«. Por ese mismo motivo mucha gente acaba optando por comprar estores enrollables para evitar que entren los molestos mosquitos y bichos a tu domicilio.
En los estudios, los cuales fueron publicados por la revista Frontiers in Immunology, se recopilaron muestras de las heces de 10 bebés, que tenían entre unos 6 meses a 1 año. Cinco de estos estaban viviendo en hogares rurales con animales de granja cerca, mientras que los otros bebés estaban viviendo en un entorno citadino y no habían interactuado nunca con animales de granja.
Los resultados mostraron grandes diferencias en las bacterias que están en los intestinos de los dos grupos de bebés.
Los bebés que vivían en un entorno rural tenían una gran cantidad y variedad presencia de microbios y bacterias que resultan muy beneficiosas para ellos, en comparación con los bebés que viven en entornos de ciudad.
Para determinar si estas diferencias influyen en el desarrollo del sistema inmunológico, usaron trasplante de heces de bebés para que sirvieran como colonizadores de los intestinos de cerdos recién nacidos.
Se usaron estos animales debido a que la anatomía, el sistema inmunológico, sus genes y la fisiología es muy parecida al de las personas.
Los investigadores querían ver que sucedía en la formación temprana del sistema inmunológico al añadirles en sus intestinos, si ningún tipo de gérmenes, los microbios intestinales de los bebés que se criaron en distintos ambientes.
Este estudio arrojó una diferencia enorme en la formación de células inmunes en los cerdos, con una mayor cantidad respecto a las bacterias de los bebés que tenían más interacción o conviven con animales.
De acuerdo con los investigadores, estos resultados pueden servir como indicadores que algunos probióticos pueden mejorar la salud de los intestinos y a la formación del sistema inmunológico.
De igual manera lo indicaron otros estudios, los cuales concluyeron que convivir con mascotas como gatos o perros, en los primeros años de vida de los niños, les brinda protección ante afectaciones respiratorias y en su oído, logrando estimular y reforzar el sistema de defensa de los bebés de las personas.
Por lo que, los bebés que están gran parte de su tiempo acompañados de perros suelen presentar menos problemas de infecciones en su oído o padecen menos patologías respiratorias que los bebés que no conviven con animales dentro de su hogar.
La explicación a esto, de acuerdo con los investigadores es que, al estar en contacto con un gato o perro, el cual pasa un parte de su tiempo en el exterior, el sistema de defensa del bebé durante sus primeros años de vida lograría estimular, madurando de una manera más veloz que los demás bebés.
Convivir con felinos también, de acuerdo con los estudios, puede generar efectos positivos que ayudan a los bebés a tener una mejor protección ante infecciones, aunque los estudios indicaron que resulta un poco más débil que en las casas que tienen como mascotas perros.
La investigación se realizó a 397 niños de Finlandia, la cual indicó que los bebés que conviven y crecen en entornos donde hay perros o gatos, durante su primer año, tienen un 30 por ciento menos a desarrollar síntomas de infecciones respiratorias, como lo es la tos, rinitis o fiebre por ejemplo, y además reducen a la mitad la posibilidad de sufrir de infecciones en su oído.
También, si llegan a enfermar, las infecciones tendrán un período más corto en los bebés, además de que no tendrían mucha intensidad, disminuyendo de esta manera la ingesta de fármacos antibióticos.
Como han determinado los estudios realizados por los investigadores, la convivencia con los animales ofrece muchos resultados positivos, dado que mejora el sistema de defensa de los bebés, haciéndolo más fuerte y resistente ante afectaciones que puedan atacarlo.
Por otra parte, también es importante considerar que esto reforzamiento también requiere de un entorno limpio donde no pueda proliferar otro tipo de enfermedades, así como que el perro o gato cuentan con una higiene adecuada, así como sus distintas vacunas, que estén libres de parásitos como garrapatas o pulgas, o en caso contrario, puede resultar perjudicial para el bebé.
Sin embargo, interactuar con otros animales le permitirá al niño ser más fuerte y sufrir de menos enfermedades a lo largo de su vida.